LOS PELIGROS DEL SOBRE-ENTRENAMIENTO
Este problema es bastante común por la sencilla razón de que muchos
deportistas son incapaces de aceptar que entrenar demás les pueda hacer daño, se sale de
su lógica.
Un error en el que caemos además con demasiada facilidad, debido a
nuestra capacidad de sufrimiento tendemos a ignorar soberanamente toda una serie de
síntomas indicativos de que nos estamos excediendo. Llegando un momento en que la persona
se estanca.
Quizás esto pueda parecer un poco exagerado, pero ¿quién no conoce a
alguien o a uno mismo que después de unas semanas de ausencia se reincorporan con mejores
condiciones y más ganas de entrenar?. A veces este cansancio puede ser más psíquico que
físico. Por ejemplo después de una
preparación intensa (pasar de graduación, o cualquier tipo de competencia), el cuerpo no
solo acusa una saturación de entrenamiento, también achaca una excesiva dedicación
psicológica por parte de la persona a la actividad.
Siendo recomendable que una vez terminado, el examen, campeonato, etc.
Repose una temporada para no caer en la saturación a todos los niveles. A veces la presión psíquica
supera al trabajo físico. Se trata además de una frontera variable incluso dentro de uno
mismo, pues en su definición no solo entran en juego factores genéticos o físicos sino
también ambientales y emocionales.
Las causas del sobreentrenamiento no hay que buscarlas solo en la
intensidad de nuestras sesiones deportivas, también hay que tener en cuenta nuestro
estado emocional y como nos afecta (a veces mas de la cuenta) nuestro entorno.También puede ocurrir lo contrario, que
en el ámbito psíquico esté mentalizado pero el físico no me responda, en ese caso
habrá que hacerse un autoexamen para ver si yo en verdad estoy capacitado para lo que
quiero hacer. Eso no significa que no lo pueda hacer pero tal vez tenga que cambiar los
plazos ya que me cuesta más, por ejemplo: si quiero correr un maratón y no estoy
entrenado, hay ciertos físicos que en tres o cinco meses responden a la exigencia pero
hay otros que no por lo tanto el maratón la puedes correr igual pero dentro de ocho o
diez meses. Y eso no le quita ningún mérito a tú esfuerzo y dedicación es más yo
diría que le agrega, ya que a ti té costó el doble o más que al otro sin embargo
conseguiste lo mismo. Todo entrenamiento supone un
desgaste psíquico-físico y es precisamente al recuperarse el cuerpo de ese desgaste
cuando se reestructura imperceptiblemente y progresa. Un notable progreso físico es el
resultado de las sumas de todas las recuperaciones- reestructuraciones de nuestro cuerpo
tras cada entrenamiento a lo largo de "x" meses.
De ello se deduce que un cuerpo que no se recupere convenientemente tras
los entrenamientos será un cuerpo que no progrese, y lo que es peor, tendrá una mayor
vulnerabilidad a lesiones (esguinces, desgarros, fracturas, etc.) y enfermedades.Por lo tanto y que quede claro tanto al
cuerpo como a la mente la podemos exigir muchísimo, hasta nuestro verdadero límite...
pero lo sabio es... no pasarse del límite, por que estaríamos cayendo en el
sobreentrenamiento y eso nos derivaría en otras causas, como por ejemplo la desilusión
ante una práctica a la que ha estado dedicando tanto tiempo sin lograr progresos (o
incluso regresar) y que lo único que le aporta es una larga serie de lesiones. Por lo
tanto es factible que el individuo se pueda llegar a cuestionar su incapacidad para la
práctica deportiva. Pues evidentemente es importantísimo
entrenar, pero lo es más aún el hacerlo de forma global, escalonada y racional. Un sobreentrenamiento puede provocar
hasta falta de sueño y apetito. Si estas alteraciones se prolongan estaremos ante un caso
evidente de sobreentrenamiento o fatiga crónica y se debe tener mucho cuidado con este
tipo de fatigas pues podría decirse que es patológica. Los síntomas son muy variados y
de diferente índole: