Últimamente no descansas. Te me tes en la cama y se te quedan los ojos como platos. Oyes pasar todas las horas en el reloj y a la mañana siguiente no hay manera de levantarse. ¿Te suena?
- Evita el café y el té a partir del mediodía. Los efectos de la cafeína pueden llegar a pasarte más o menos desapercibidos... hasta que te tumbas en la cama y no dejas de dar vueltas sin poder conciliar el sueño. Además la cafeína es muy diurética, lo que puede hacer que te tengas que levantar de la cama a orinar si es que logras dormirte. Deja el café para la primera mitad del día y evíta lo después de la comida. |
- El alcohol puede hacer que te sientas somnoliento, sin embargo el efecto deshidratante y las toxinas que origina no lo hacen aconsejable como remedio para dormir. Por si fuera poco le ocurre como a la cafeína, que tiene propiedades diuréticas.
- Ni mucho ni poco. La cena no de be ser muy copiosa si no quieres que tu estómago no deje de dar vueltas en toda la noche, pero tampoco puedes irte a la cama con un par de acelgas y un vaso de agua porque la sensación de hambre no será de gran ayuda para descansar. Toma una ce na ligera pero no escasa y remátala con un vaso de leche templada, que facilitará que concilies el sueño.
- ¡Cuidado con el entrenamiento! Si eres de los que gustan de ejercitarse a última hora del día es probable que la aceleración del metabolismo que el deporte produce te impida descansar adecuadamente: llegas a la cama con el corazón más acelerado que de costumbre y tu mente trabajando a toda velocidad. Es preferible entrenar por La mañana. Si sólo puedes hacerlo a última hora trata de evitar las sesiones más in tensas, que son las que más te pueden alterar.
- Un baño caliente hará maravillas para relajarte de la actividad diaria. La relajación muscular que produce el calor del agua hará más fácil que descanses y le dirá a tu mente que llegó el momento de "desconectar".
- Si tu colchón no es bueno o no se adapta a ti es probable que además de costarte más de la cuenta coger el sueño no te levantes totalmente descansado. Prueba, mientras estás tumbado boca arriba, a pasarte la mano por la zona lumbar. Si es demasiado fácil mover la mano por ese hueco es probable que tu colchón sea demasiado duro para ti, si por el contrario te cuesta mucho esfuerzo pasarla es posible que estés durmiendo sobre un soporte demasiado blando.
- Ver la televisión, oír la radio o leer el periódico para dormir no suelen ser buenas soluciones ya que demandan una mayor actividad cerebral, justo lo contrario de lo que necesitas para descansar. En todo caso conviene hacer pruebas, puede que lo que a unas personas no les va a ti te funcione perfectamente.