0 comentarios Culturismo desde la carcel

Estoy deseando subir de nuevo a un escenario. Me gusta que todo el mundo piense que estoy acabado en este deporte. Voy a salir de este campo, a cumplir con la libertad condicional, a finales de 1998 o a principios de 1999 —me lo han confirmado— y ¿sabes qué es lo primero que voy a hacer en cuanto salga? Voy a ir directo al gimnasio", proclama Craig. "Bueno, tal vez haga una parada o dos por el camino, ya me entiendes", añade riendo.

Por mucho que os cueste creerlo. Craig ha aprendido unas cuantas cosas durante su estancia en el norte de Santa Bárbara (California. EEUU). Toda vez que la sala de musculación del campo no es lo que él esperaba, ha debido echar mano de la creatividad en los entrenamientos. No cuenta con máquinas ni con un juego completo de barras o mancuernas, pero sí con una de las mentes más pertinaces de este deporte. Era ambicioso mucho antes de su incursión en el sistema legal, y esa ambición le ha sido de utilidad mientras ha permanecido alejado de lo que conocemos como civilización.

Al poco de llegar a Lompoc. evaluó la situación de los pesos. Acababa de convertirse en profesional, por fin había conseguido su carné de la IFBB, y le aguardaba un gran trabajo. Tomaba notas cada tarde. Planeó sus entrenamientos cuidadosamente, sabiendo que debía compensar el mal estado del equipamiento y la escasez general de pesos. Hizo inventario de cuanto disponía el campo y empezó a diseñar su rutina de entrenamiento.

He visto a Craig no hace mucho y a lo largo de los 18 meses que lleva a la sombra y puedo dar fe de que retiene el 95 por ciento de su tamaño y de que se encuentra en mejor forma que cuando entró. Su pecho sigue siendo muy grande y las piernas son aún comparables a los troncos de los árboles, pero hay una parte de su cuerpo en particular que conserva sus dimensiones intactas. En el desarrollo de los brazos, sigue siendo el rey. Y todos los aficionados a este deporte saben que, cuando hablamos de los brazos de Craig Titus, nos referimos a sus tríceps.

Le he pedido que me revele su secreto: cómo ha conseguido mantener casi todo su tamaño, conservar su forma física con el tipo de comida que sirven allí y, sobre todo, continuar luciendo unos tríceps que cuelgan de sus brazos como reses en la cámara frigorífica de una carnicería. Rió ante el símil y después adoptó una expresión seria: "Me alegro de que me lo preguntes". Siempre que Craig se alegra de que se lo pregunten, puede esperarse un informe detallado de todos los frentes: del proceso mental, de la concepción de un programa y del modo de ponerlo en práctica. Es más, es el tipo de persona que hace partícipe a los demás de lo que ha aprendido. No se siente amenazado cuando otra persona sabe hacer lo mismo. "Quiero compartir lo que sé con la gente. Los de aquí han mostrado tanto interés, quieren saber tanto acerca del entrenamiento, que no podría negárselo diciendo: 'Es mi genética' o 'es un secreto que no quiero desvelar'. Sería una tontería. Así que comparto y ayudo a otras personas a alcanzar sus objetivos porque creo que tengo mucho que enseñar".

Consejos para el agarre de Craig para las rutinas de triceps

.- El agarre de cuerda permite el giro en la flexión de las extensiones en polea.

.- Detenerse en la contracción en la repeticiones convencionales proporciona una increible congestión.

.- Utilizar la barra z , para trabajar el triceps desde otro angulo, eso nos hará crecer más.

Craig pensó detenidamente en cómo superar las condiciones de un gimnasio que sería el suyo durante 18 meses para poder seguir entrenando los tríceps —y otras parte corporales— como un deportista profesional. Pasaban las semanas y no daba con la solución, pero sabía que estaba muy cerca. De hecho, sin él saberlo, ya había unos pocos culturistas que practicaban lo que se le ocurriría mientras paseaba por el patio. "Recuerdo que estaba sosteniendo un par de mancuernas en el aire en un entrenamiento de hombros, con la mirada perdida.

Naturalmente, eran lo bastante ligeras como para tenerlas en el aire mientras divagaba. Cuando por fin las bajé, noté una congestión tremenda, tanto en los tríceps —porque los codos estaban ligeramente flexionados— como en los deltoides. Fue una de las mayores congestiones que he experimentado en mi vida. Así que en la serie siguiente decidí hacer menos repeticiones y sostener las mancuernas en los tres cuartos del recorrido. Cuando las bajé, se me cayeron debido a la enorme congestión de los brazos y los hombros. No era capaz de sujetarlas mis tiempo. Creí que se trataba de un gran hallazgo".

El gran hallazgo al que alude Craig es el que muchas personas descubren por casualidad. Comprobar que la tensión constante y la tensión isocinética desarrolla el músculo tanto como las repeticiones convencionales, cuando no más, es una de las mayores revelaciones ante las que se puede encontrar un culturista. Aplicando este innovador principio a sus sesiones, descubrió la clave para hacer de sus entrenamientos un modo viable de conservar el tamaño que tanto le había costado desarrollar y tanto temía perder al apartarse de Venice 18 meses.

"Para ser sincero, te diré que, aunque soy una persona optimista y no me hundo fácilmente, cuando vi la sala de pesos de este lugar empecé a preguntarme cómo conseguiría conservar todo el músculo que había ganado el año antes de obtener el carné profesional en el USA de 1996. A pesar de que procuro ver el lado positivo de las cosas, tengo, como todo el mundo, mis días malos, en los que asaltan las dudas, pero no por mucho tiempo porque me incomoda compadecerme de mí mismo".

Craig continuó experimentando esta nueva técnica en todos los ejercicios de tríceps que conocía. Dado que una de las características de estos músculos es que se agotan con bastante rapidez, debió valerse de un compañero, en especial cuando utilizaba una barra de press de banca para hacer rompecráneos. "Intentaba realizar los ejercicios que me hacen vulnerable a la lesiones al principio de la rutina de tríceps porque sabía que era el método más seguro. Sostener la barra en los tres cuartos del movimiento de 15 a 20 segundos, después de ocho repeticiones con un peso moderadamente pesado, hace que los tríceps griten de dolor". Craig pasa a hacer lo propio en las extensiones de tríceps a un brazo. Tras unas ocho repeticiones — a veces, menos, depende del peso—, sostiene la mancuerna en un ángulo de 90 grados durante 15 segundos. A continuación, completa de 10 a 12 repeticiones de patadas traseras con un peso moderadamente elevado, que sostiene en la posición de extensión durante 10 segundos. Habréis observado que el tiempo que aguanta el peso en el punto de extensión va disminuyendo: de 20 segundos a 15 y 10. Los tríceps se fatigan de forma considerable en cada serie porque Craig no se limita a realizar una serie convencional con un peso elevado. Añade el plus de detenerse en la extensión de los brazos durante lo que parece una eternidad, lo que duplica la tensión de un entrenamiento.

Por supuesto, cuando era un hombre libre, tema a su disposición más equipamiento y podía escoger entre una variedad de ejercicios que le es negada en prisión y, desde luego, está deseando regresar a un gimnasio repleto de aparatos, pero de momento se conforma con lo que tiene. "Cuando estaba fuera, solía empezar con extensiones con mancuerna a un brazo. Cogía una mancuerna de 30 kilos o 35 kilos —40. si me sentía fuerte— y convierto ese movimiento en mi ejercicio pesado. Después, utilizaba una máquina del Gold's u otro gimnasio que tuviera una barra de curl EZ que elevara la pila de placas y hacía extensiones inversas de espalda a la máquina. De inmediato, iba a la polea, donde repetía el ejercicio con un agarre de cuerda. La cuerda proporciona una sensación completamente diferente. Terminaba con extensiones de tríceps a un brazo cruzando el pecho. Así que utilizaba la polea, la máquina y la barra. Es posible que ejecutara esta rutina cada dos entrenamientos junto con un programa más heavy-duly fuera de temporada y cambiara a este sistema en la fase de precompetición".

Ahora que Craig ha descubierto la isotensión y los efectos que tiene la tensión continua en sus músculos, así como lo que ha hecho para conservar su físico en un momento en el que no ha podido hacer lo que deseaba en el gimnasio, ha decidido incorporar la creatividad de estos últimos meses a sus rutinas cuando salga. Insta a los demás culturistas a seguir su ejemplo y descubrir los pequeños trucos que pueden transformar un entrenamiento prosaico y anquilosado en uno que mejore su físico.

"Pocos dirían que estar en un centro penitenciario de cualquier tipo —sea un campo de trabajo o una prisión— es una experiencia positiva. Desde luego, en muchos sentidos, estoy de acuerdo. Sin embargo, debo decir que mi estancia en Lompoc ha sido una bendición para mi entrenamiento, por increíble que parezca. He tenido muy pocos recursos. En estos casos, creas de la nada aparatos o prácticas útiles. Sé que no es lo que a mis enemigos les gustaría oírme decir, pero no me importa. Me ha asombrado lo que es capaz de concebir la mente humana en la adversidad. Y, créeme, no es la primera vez que he debido luchar contra la adversidad, ni mucho menos".