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Las vitaminas pueden detener el efecto de «dominó» del daño oxidativo producido por el entrenamiento pesado.

Los científicos han empezado a entender últimamente la exacción producida por el entrenamiento vigoroso sobre los cuerpos de culturistas y atletas. Ahora están empezando a buscar maneras de que los atletas sean capaces de reducir o prevenir esos peligros potenciales.
«Todavía carecemos de evidencias científicas auténticas sobre si podemos mejorar el rendimiento atlético, pero sí las hay de que los suplementos son capaces de protegernos contra los daños», dice el doctor Lester Packer, investigador de la Universidad de California, en Berkeley.
El ejercicio pesado requiere un aumento del consumo de oxígeno en las células corporales para proporcionar la energía necesaria para el funcionamiento muscular. El proceso puede resultar en el baño de los músculos en componentes biológicamente peligrosos, llamados «radicales libres».
Los radicales libres se producen durante los procesos oxidativos, donde una molécula de oxígeno gana un electrón extra. Con ese electrón, la molécula se convierte en altamente cargada y reacciona con todo lo que encuentra en su camino. Puede hacerlo con la grasa de una célula, interferirse con la proteína de una célula y su capacidad para funcionar, alterar las moléculas como el DNA, modificando los genes.
Los radicales libres se han enlazado recientemente con las enfermedades cardíacas y el cáncer, que suponen en conjunto el 80 por ciento de todas las muertes en los Estados Unidos. Están asociados con embolias, anemia, desequilibrios hormonales y envejecimiento.
Los radicales libres se producen constantemente como excreción de las funciones metabólicas. Por lo general, el cuerpo puede derrotarlos mediante dos mecanismos: uno es un sistema elaborado de enzimas que neutralizan los radicales libres, reaccionando con ellos para formar productos inocuos como el peróxido de hidrógeno. Mediante una serie de pasos, las enzimas emiten oxígeno de los componentes intermediarios y lo devuelven al cuerpo en una fase útil.

LAS VITAMINAS E Y C
El otro método es mediante lo que conocemos como antioxidantes o «barrenderos de radicales». Son componentes del cuerpo que ofrecen protección contra los radicales libres derivados del oxígeno, convirtiéndose a sí mismos en radicales y reaccionando para detener la cadena de peligrosos radicales libres producidos en las células. Son capitales las vitaminas Ey C.
El problema con los radicales libres, dicen los expertos, no es producción en la vida cotidiana sino bajo circunstancias inusuales, incluyendo el entrenamiento intenso. Algunos expertos creen que los atletas serios pueden protegerse contra el ataque de los radicales libres tomando suplementos de antioxidantes.
El doctor Robert Jenkins, fisiólogo del ejercicio del Ithaca College del Estado de Nueva York, completó recientemente un estudio donde sugiere que los antioxidantes «pueden revertir el estrés oxidativo durante el ejercicio».
Una marca de la oxidación muscular en el cuerpo es la presencia de malondialdehido, o MDA, como producto de desecho en la orina. El MDA se crea cuando los radicales libres colisionan con lípidos en la membrana celular donde hay una formación de oxígeno. Cuando los radicales chocan con las membranas celulares causan daños y producen MDA como producto de desecho. El MDA es un compuesto tipo «huella dactilar» para comprobar la presencia de radicales libres. Cuando la oxidación muscular es elevada, también lo son los niveles de MDA. Cuando es baja, lo es la de MDA.
Jenkins midió los niveles de MDA en 25 mujeres estudiantes después de un entrenamiento vigoroso de 30 minutos en la cinta de carrera. Algunas mujeres recibieron 400 Ul de vitamina E diarias durante tres meses antes de la prueba, mientras que otras no recibieron ningún suplemento. Los niveles de MDA se midieron en las mujeres antes y después de entrenar en la cinta de carrera.
Lo que Jenkins descubrió fue que las mujeres que tomaron vitamina E mostraron una disminución de un 28 por ciento del MDA después del ejercicio. Las que no recibieron la vitamina presentaron un 32 por ciento de incremento en los niveles de MDA. La diferencia entre los dos grupos fue de 60 por ciento.

LOS EFECTOS DEL CORTISOL, LA HORMONA DEL ESTRÉS
El cortisol, llamado a veces «la hormona del estrés», es el aviso fisiológico del sobreentrenamiento. Cuando se elevan los niveles de cortisol y continúan elevados, es casi seguro que estamos entrenando en exceso. Estos son algunos de los efectos fisiológicos de la elevación crónica del cortisol:

- Inhibición de la producción de testosterona.
- Aceleración del catabolismo de la proteína.
- Reducción del glucógeno muscular.
- Retención de fluidos.
- Supresión del sistema inmunológico.
- Cambios de carácter.
- Disminución del impulso sexual.


La vitamina E es soluble en grasa. Las membranas celulares están hechas básicamente de ácidos grasos, que son lípidos.

EL EFECTO DOMINO
Dice Jenkins: «Cuando un radical libre reacciona con una membrana celular, que es una cadena de ácidos grasos, el resultado es un efecto de dominó. El radical afecta al ácido graso, pasando el electrón extra al ácido y convirtiéndolo en radical. El nuevo radical se une luego al ácido graso adyacente y la cadena continúa».
La cadena de eventos continúa hasta que un radical salta dentro de alguna vitamina E. Aunque esta vitamina acepta el electrón extra, convirtiéndose así en radical, se trata de un radical estable que no pasa el electrón a otro ácido graso.
«Detiene el dominó en su caída de fichas», dice Jenkins. La vitamina C juega un papel en la química porque recicla vitamina E reaccionando con el radical estable en forma de vitamina E para devolverlo a su fase protectora en la membrana celular. «Utilizaríamos nuestra vitamina E muy deprisa si no tuviéramos la oportunidad de recuperarla de nuestro sistema», afirma Jenkins.

vitaminas musculacion+ Otro área donde los atletas son particularmente susceptibles es en una condición llamada «síndrome de sobreentrenamiento». Se sabe que dispara diversos síntomas, incluyendo cambios en la presión arterial, depresión, desequilibrio del sistema inmunológico y reducción del rendimiento deportivo. La marca biológica utilizada para detectar el sobreentrenamiento es el ratio corporal entre la testosterona y el cortisol.


Un estudio de lam Gillam, del Philip Institute Of Technology, de Mel-bourne, descubrió que con suplementos de vitamina C y E, los ratios de testosterona-cortisol aumentan en los atletas. El descubrimiento sugiere que al tomar esos suplementos, los hombres de ese estudio pueden haber reducido la posibilidad de sufrir el síndrome de sobreentrenamiento.

SUPLEMENTOS ANTIOXIDANTES
Otro estudio realizado por Gillam ofrece una evidencia todavía más fuerte de que tomar suplementos antioxidantes puede suprimir los efectos negativos de la oxidación. El y sus asociados reclutaron a 12 esquiadores de fondo, corredores de resistencia y triatletas del Instituto del Deporte de Australia. La mitad recibió 1.000 Ul de vitamina E y 1.000 miligramos de vitamina C diarios durante cuatro semanas. Los otros tomaron pildoras de azúcar.
El estudio demostró que, después de los suplementos de antioxidantes, hubo un 25 por ciento de reducción en la oxidación de tejidos. Gillam dice que el resultado sugiere no sólo que las membranas del músculo -incluyendo el corazón- se dañan menos con el estrés de los oxidantes durante el entrenamiento normal si se toman suplementos, sino también las células de los glóbulos rojos. Sus descubrimientos se ven apoyados por la investigación previa del bioquímico Balz Frei, de la Universidad de California, que descubrió que la vitamina C neutralizaba el 100 por cien de los radicales libres circulando en el plasma sanguíneo humano.
Pero no todos los expertos promueven la toma de suplementos antioxidantes. La Dra Lili J¡, profesor de quinesiología y nutrición en la Universidad de Illinois, dice que no hay investigaciones científicas suficientes para abogar por la toma de suplementos antioxidantes.

«Mis recomendaciones son que debemos tener precaución y no llegar a la conclusión de que nuestros cuerpos necesitan más antioxidantes», dice. «Bajo circunstancias normales, una dieta equilibrada debe proporcionarlos. Ahora ya puede hablarse de que ios atletas que soportan un estrés oxidativo inusual necesitan suplementos. Pero todavía estamos en la infancia a ese respecto, y no creo que podamos aún decir que sí».

EL PELIGRO DEL EXCESO DE HIERRO
El hierro es un ejemplo. En estudios realizados con ratas que hacían ejercicio, Jenkins descubrió que el incremento de los niveles de hierro producía aumento de actividad de los radicales libres. «Se ha hecho común, sobre todo entre las mujeres, añadir hierro a sus dietas», dice Jenkins. «Pero parece ser que el hierro tiende a ponerse de parte de los radicales libres. Estamos empezando a pensar que los hombres sufren más ataques cardíacos debido a sus niveles superiores de hierro en plasma sanguíneo». Jenkins llega incluso a sugerir que los hombres den sangre dos veces al año para reducir sus niveles de hierro en plasma.
Jenkins también aconseja cuidados a la hora de tomar algo etiquetado como antioxidante. Muchos de ellos, afirma, pueden ser extremadamente tóxicos en dosis suplementales. «Las personas no deben pensar en añadir algunos de los antioxidantes a sus dietas», asegura; «otras cosas que las vitaminas C y E no han recibido hasta ahora suficiente atención por parte de los científicos como para animar a la gente a que las tome, ya que hay un peligro real con los efectos secundarios de algunos». Jenkins también pone en guardia contra las megadosis de vitamina E, ya que es soluble en grasa y por lo tanto puede acumularse en el cuerpo. Algunos estudios han demostrado que las dosis excesivas de vitamina E pueden tener efectos negativos sobre el sistema ¡nmunológico.
La acumulación no es un problema con la vitamina C, dice Jenkins, porque se disuelve en el agua y se expulsa con facilidad. «De hecho, es importante elevar un poco el consumo de vitamina C cuando se consume demasiado oxígeno», afirma.
Jenkins recomienda 400 Ul de vitamina E y 500 miligramos de vitamina C diarios como suplementos antioxidantes.
«Creo que pueden ofrecer una auténtica protección para los atletas, que se exponen a niveles elevados de oxígeno».


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