Hola thucus
Para trabajar la zona abdominal, debemos entrenar tanto el recto abdominal como los oblicuos interno y externo.
Te hago un copia-pega de un artículo de mi blog que trata de los abdominales.
Conociendo como elonga cada uno, podremos sacar los entrenamientos correctos.
"La zona abdominal tiene varios músculos, los principales son el recto abdominal, el oblicuo externo y el oblicuo interno. Hay algún otro pero entrenando éstos todos reciben trabajo. Es importante dar trabajo a todos ellos para hacer un entrenamiento compensado y completo.
Realmente, cuando hacemos ejercicios para el recto abdominal estamos haciendo trabajar también a los oblicuos pero creo que es mejor darles trabajo específico para llegar a un correcto desarrollo.
El recto abdominal tiene como función flexionar el tronco hacia delante y su movimiento es, realmente, flexionar la columna sin doblarse por la cadera; es decir, si hacemos el clásico ejercicio de elevar el tronco entero desde la posición de tumbado boca arriba, el abdominal trabaja isométricamente para que la columna no se doble hacia atrás por el peso pero el movimiento en sí no lo ejecuta él sino otros como el psoas ilíaco cuyo nacimiento e inserción está más en consonancia con este ejercicio; si mientras subimos vamos doblando la columna hacia delante, ya le damos más trabajo al recto abdominal pero con la inercia dada por otros músculos. El ejercicio correcto son las contracciones abdominales para las cuales doblaremos las piernas e intentaremos doblar el tronco como si quisiéramos tocar la cintura con la punta del esternón (no es posible pero éste es el movimiento); si despegamos los riñones del banco, lo estamos haciendo mal.
Si realizamos las contracciones elevando las piernas, realmente, lo que tenemos que elevar son las caderas mientras despegamos los riñones del banco y dejamos pegada en él la zona dorsal; es decir, doblaremos la columna desde más arriba de la cintura. El ejercicio de subir y bajar piernas dejando los glúteos pegados al banco no es ejercicio de abdominales; probablemente, el psoas y el recto anterior del cuádriceps estén trabajando más. Sin embargo, hacer este ejercicio bien es muy aparatoso y difícil porque elevar todo el tren inferior contando piernas y caderas requiere mucha fuerza que no siempre se tiene en los abdominales.
Es muy habitual realizar el ejercicio de contracciones con el único peso de nuestra masa corporal pero podemos probar a realizarlo con pesos añadidos sujetando una mancuerna o disco entre nuestros brazos.
Una de las precauciones a tomar es no colocar las manos tras la nuca para no hacer fuerza con los brazos ante el riesgo de dañarnos el cuello; en lugar de eso, podemos cruzar los brazos en el pecho.
Cuando vayamos a dedicar nuestra atención a los oblicuos, tenemos que saber cómo trabajan. Tanto el oblicuo externo (mayor) como el interno (menor) trabajan flexionando el tronco hacia un lado si tensamos sólo el de un lado y flexionan el tronco hacia delante ayudando al recto abdominal si trabajan a la vez ambos lados. La diferencia es que el externo puede rotar el cuerpo hacia el lado contrario y el interno lo rota hacia su mismo lado. Es decir, si nos ponemos de pie y giramos la columna hacia nuestra derecha, hemos accionado el oblicuo externo izquierdo y el oblicuo interno derecho..
Aplicándolo a los ejercicios, podemos realizar contracciones de tronco con torsión como si quisiéramos tocar con el hombro nuestro muslo contrario, también podemos colocarnos en la posición de contracción pero colocándonos casi de costado y realizar contracciones sin despegar la parte baja de la cintura al subir. Según estemos más colocados de lado o menos, trabajará en menor o mayor medida el recto abdominal para ayudar en la subida. En estos ejercicios, también podemos utilizar peso adicional para dar más variedad a los entrenamientos.
Adicionalmente al entrenamiento de los músculos abdominales, es conveniente trabajar sus antagonistas de la espalda baja. Los músculos lumbares deben llevarse su ración de entrenamiento para compensar el trabajo que hemos dado a la parte frontal para evitar descompensaciones que puedan darnos problemas en forma de dolores o lesiones.
Ejercicios para los músculos lumbares son las clásicas hiperextensiones, movimiento que se realiza tumbado boca a bajo en el suelo o en un banco específico en el que dejamos las caderas fijas y nos doblamos hacia atrás por la cintura. También podemos ejecutar el ejercicio llamado "buenos días" en el que nos ponemos una barra en los hombros y nos doblamos hacia delante sin arquear la espalda sino dejándola totalmente recta, para que el trabajo vaya a la parte lumbar. No hay que echar las caderas hacia atrás para que el movimiento no lo hagamos con los glúteos".